La temperatura normal de un perro es de entre 37,5 y 39 grados centígrados (99,5 y 102,2 grados Fahrenheit). La temperatura puede variar ligeramente dependiendo de la raza, la edad y el nivel de actividad del perro. Por ejemplo, los perros de razas pequeñas suelen tener una temperatura corporal más alta que los perros de razas grandes.

Los cachorros también suelen tener una temperatura corporal más alta que los perros adultos. Los perros que han estado haciendo ejercicio o que están en un clima cálido también pueden tener una temperatura corporal más alta.

Una temperatura corporal superior a 39 grados centígrados (102,2 grados Fahrenheit) se considera fiebre.

La fiebre es una señal de que el perro está luchando contra una infección o una enfermedad. Si cree que su perro tiene fiebre, debe llevarlo al veterinario para que lo examinen.

Para tomar la temperatura de un perro, puede usar un termómetro digital rectal o timpánico. El termómetro rectal es el método más preciso, pero también es el más invasivo. El termómetro timpánico se inserta en el oído del perro, pero es menos preciso que el termómetro rectal.

Si está tomando la temperatura de su perro por primera vez, es mejor que lo lleve al veterinario para que le muestre cómo hacerlo correctamente.