Se acerca la primavera, época de flores, sol radiante y… ¡astenia primaveral! Sí, ese enemigo invisible que ataca sin piedad, robándonos la energía y convirtiéndonos en zombies con ojeras.
La astenia primaveral es una sensación de cansancio generalizado, tanto físico como mental, que afecta a muchas personas durante la primavera.
Las causas exactas de la astenia primaveral no están del todo claras, pero se cree que se debe a una combinación de factores entre ellos el paso del invierno a la primavera; El aumento de las horas de luz, los cambios de temperatura y la humedad pueden afectar al ritmo circadiano y a la producción de melatonina, la hormona del sueño.
Otro factor puede ser la falta de vitamina D: La exposición solar es menor en invierno, lo que puede provocar una deficiencia de vitamina D, que se relaciona con la fatiga.
Pero no te preocupes, aquí te traigo un arsenal de armas para combatirla:
Despierta al oso que llevas dentro:
Olvídate de hibernar, ¡es hora de activarse! Saluda al sol con una sonrisa, estira esos músculos dormidos y ponte en movimiento. Caminar, bailar, nadar… ¡lo que sea que te haga vibrar! Recuerda, el ejercicio es la mejor medicina contra la astenia.
Dile adiós a la comida «triste»:
Olvídate de la pizza fría del día anterior y del atracón de dulces. Tu cuerpo necesita nutrientes para combatir la fatiga. Frutas, verduras, proteínas y mucha agua serán tus aliados para sentirte imparable.
Duerme como un bebé:
Asegúrate de dormir al menos 7-8 horas cada noche. Crea un ambiente zen en tu habitación, reduce el uso de pantallas antes de dormir y disfruta de un ritual relajante para conciliar el sueño.
¡Socializa! La risa es la mejor medicina:
Rodéate de gente positiva y comparte momentos divertidos. La risa es un potente antidepresivo natural que te ayudará a combatir la astenia y llenarte de energía.
Actitud positiva:
¡Mantén una actitud positiva! La primavera es una época de renovación y alegría. Enfócate en lo positivo y verás cómo la astenia desaparece como por arte de magia.