La flor de pascua, también conocida como poinsettia, es una planta de interior muy popular durante la época navideña. Para que la flor de pascua dure todo el año, es importante cuidarla adecuadamente.

Luz

La flor de pascua necesita mucha luz, pero no sol directo. Lo ideal es colocarla en un lugar luminoso, pero alejado de las ventanas. Si la planta no recibe suficiente luz, las hojas se volverán pálidas y las bracteas, que son las hojas coloreadas que simulan las flores, no se abrirán completamente.

Temperatura

La flor de pascua prefiere temperaturas cálidas, entre 15 y 20 grados centígrados. Si la temperatura baja de los 12 grados, la planta puede sufrir daños.

Riego

La flor de pascua debe regarse con moderación. El suelo debe estar húmedo, pero no encharcado. Es importante dejar que la tierra se seque entre riegos. Para regar la planta, es mejor utilizar agua a temperatura ambiente.

Abono

La flor de pascua debe abonarse cada 15 días con un fertilizante equilibrado. El mejor momento para abonar la planta es durante la primavera y el verano.

Trasplante

La flor de pascua debe trasplantarse cada dos años, en primavera. Para trasplantar la planta, es importante utilizar una maceta que sea un poco más grande que la anterior.

Plagas y enfermedades

La flor de pascua puede ser susceptible a algunas plagas y enfermedades, como pulgones, cochinillas y hongos. Si observas alguna plaga o enfermedad en la planta, es importante tratarla lo antes posible.

Consejos adicionales

• Si la flor de pascua se pone amarilla, es una señal de que está recibiendo demasiada luz o agua.
• Si las hojas de la planta se caen, es una señal de que está recibiendo poca luz o agua.
• Si las bracteas de la planta se caen, es una señal de que la planta está terminando su ciclo de floración.

Siguiendo estos consejos, podrás cuidar tu flor de pascua y disfrutar de ella durante todo el año.