Juan Sebastián Elcano se inscribió en la historia como una figura clave de la navegación gracias a su papel en la primera circunnavegación del globo. Comandando la nao Victoria, Elcano y su tripulación completaron la hazaña que había comenzado bajo el liderazgo de Fernando de Magallanes.
Esta expedición, cuyo propósito original era encontrar una ruta occidental hacia las islas de las Especias, se convirtió en un monumental viaje de exploración y descubrimiento.
Partiendo de España en 1519, la flota estaba compuesta por cinco naves, incluida la Victoria, que lograría realizar el viaje completo. Aunque Magallanes no sobrevivió al viaje, siendo asesinado en las Filipinas, la misión continuó bajo la guía de Elcano.
Después de navegar a través de territorios desconocidos y superar innumerables desafíos, incluidos conflictos, enfermedades y la hostilidad del entorno, la Victoria llegó finalmente a España en 1522.
La importancia de esta expedición radica en que proporcionó evidencia práctica de la redondez de la Tierra y abrió nuevas rutas para el comercio y la exploración.
Los registros y mapas resultantes de la expedición de Magallanes y Elcano ampliaron significativamente el entendimiento geográfico de la época y representaron un salto sin precedentes para la cartografía mundial.
El legado de Elcano aún pervive, su logro demostró que era posible navegar alrededor del mundo y cambió para siempre la percepción europea de la geografía y las posibilidades de comercio y contacto entre distintas culturas y continentes.