En realidad, los piojos no saltan. No tienen alas ni patas que les permitan realizar un salto. Se desplazan por el cabello arrastrándose con sus seis patas.
Aunque no saltan, son bastante rápidos y pueden moverse a una velocidad de hasta 20 cm por minuto. Esto les facilita pasar de una cabeza a otra en caso de contacto cercano.
Es importante recordar que los piojos no pueden volar, por lo que no se contagian a través del aire. La principal forma de contagio es por contacto directo con el cabello de una persona infestada.