En el corazón del salvaje y majestuoso estado de Alaska, se encuentra Juneau, la capital. Enclavada en el Canal Gastineau, entre montañas escarpadas y glaciares imponentes, Juneau se alza como un oasis urbano en medio de la naturaleza virgen.
A diferencia de las capitales tradicionales, Juneau no ostenta rascacielos imponentes ni bulliciosas avenidas. Su encanto reside en su ambiente acogedor, su ritmo pausado y su profunda conexión con la naturaleza.
Juneau, la capital de Alaska, es un destino que te invita a descubrir la belleza salvaje del estado, su vibrante cultura y su espíritu aventurero.
Las calles de Juneau están bordeadas por casas de madera de colores vibrantes, tiendas locales que venden artesanías y recuerdos únicos, y restaurantes que deleitan con especialidades de marisco fresco.
El Mendenhall Glacier, una maravilla natural de hielo azul y blanco, se encuentra a poca distancia de la ciudad, invitando a los visitantes a realizar excursiones y contemplar su magnificencia.
Juneau también alberga el Museo del Estado de Alaska, donde se expone la rica historia y cultura del estado, desde los pueblos indígenas hasta la época de la fiebre del oro.
En Juneau, la naturaleza y la cultura se funden en una armonía única. Es un lugar donde se puede disfrutar del aire fresco de la montaña, contemplar la aurora boreal en las noches de invierno, y navegar por las aguas cristalinas del Canal Gastineau.
Es la capital ideal para aquellos que buscan una experiencia diferente, un escape del ajetreo urbano y una conexión profunda con la naturaleza en su estado más puro.