Según la Ilíada, Aquiles fue asesinado por una flecha envenenada disparada por el príncipe troyano Paris. La flecha fue guiada por el dios Apolo, que apoyaba a los troyanos.
El asesinato de Aquiles ocurre en el libro XXIV de la Ilíada. Aquiles había regresado al campo de batalla después de una disputa con el rey griego Agamenón. Aquiles había matado a muchos troyanos, incluido Héctor, el hermano de Paris.
Paris estaba decidido a vengarse de la muerte de su hermano. Se escondió en una torre y disparó una flecha a Aquiles. La flecha alcanzó a Aquiles en el talón, su única parte vulnerable. Aquiles murió instantáneamente.
La muerte de Aquiles fue una gran pérdida para los griegos. Fue su mejor guerrero y su muerte debilitó sus fuerzas. Los griegos finalmente ganaron la guerra, pero la muerte de Aquiles fue un duro golpe para ellos.
La muerte de Aquiles también es significativa porque dio origen a la expresión «talón de Aquiles». Esta expresión se utiliza para referirse a una debilidad o punto vulnerable de una persona o cosa.